"Empieza el alba"
Estoy pasando desde una pequeña cumbre a una arista de nieve muy peligrosa, es un filo blanco con dientes de tiburón, la nieve está sujeta sobre el hielo inestable, por cada lado hay 1000 metros de pendiente, hace formas increíbles pero ya estoy en la cima, la luz del Sol hace colores increíbles, azules, verdes, blancos, que vuelven a convertirse en el primer color; en la cima estoy 7 minutos, volvemos atrás por las mismas huellas, el medio metro de nieve polvo sobre el hielo milenario y ancestral, si se rompe la nieve no hay seguro....partiríamos hacia la eternidad. Miedo, miedo, miedo, un paso, otro paso, hundo el piolet en el hielo, 40 metros, otros 40 metros, llego a la cima mas baja encima de la arista, hacia el Este. Respiro rápido y las pulsaciones a tope bajamos por el culoire Whimper de la Aguille Verte...al año siguiente dos amigos morirían en este mismo sitio, cayeron desde la cumbre.
Llego al Refugio Couvercle, un poco de vino y algo incomible, Joaquin me abraza y Luis, que se quedó en el refugio. Siete minutos, siete minutos en la cima, y tanto esfuerzo, peligro, miedo, hacerlo todo a cambio de nada. Tiempo después leí un libro "Siete Minutos", lo escribió una chica, era la historia del tiempo aproximado de hacer el amor y la historia anterior y posterior: lo bueno, lo malo, la alegría, la infidelidad. Y lo comprendí enseguida, subir a la cima LO BUENO, no sé si llegaré abajo LO MALO, por la infidelidad de la nieve. Al fin, la tranquilidad del refugio. Pero las personas estamos construidas así, hay un cromosoma, un gen, una atracción pero los alpinistas somos "los conquistadores de lo inútil". Nunca encontré nada como la montaña, después pasa el tiempo, adelante ,adelante y cuando estás metido en ese lío, fregado, de una montaña, no hay salida, es como los soldados en batalla, adelante, adelante, deprisa, deprisa. Y qué más da la Eternidad, ¿Sabéis vosotros como afrontar el presente?.
Pasa el tiempo, adelante, adelante, adelante, la adrenalina sube, solo hay salida por arriba, deprisa, deprisa, deprisa, no quiero convertirme en la eternidad ¡y....¿sabríais vosotros cómo salir de ese presente?. En el descenso paso a paso veo el DRU y hacia el Sur ruidos frenéticos de desprendimientos por los Grandes Jorases.
Bajamos a Chamonix andando, teníamos poco dinero, comía fresas por el camino y recordaba en que años atrás también comí de estas en el Pirineo. Recordaba la piedra empotrada del culoire de Gaube, mi amigo Gonzalo lo sabía todo con precisión matemática, pero el escalador era yo. Dejábamos de ser niños y ahí comenzaba el nudo infinito.
.....tiempo después fui con guía francés a la Tour Rode, por el culoire Whimper, este hombre era mayor pero muy fuerte y hablaba poco, de mentalidad recta, no parecía francés, y me enseñó todos los pasos, collados y sitios rápidos y menos peligrosos. Desde aquella cima, la vista impresionante del macizo del Mont Blanc, quería quedarme en Chamonix y quizás ser guía, aprendí francés.
Otra vez una persona sin una pierna, con una ortopédica, le subimos al Refugio del Dome de Gouter, quería subir al Mont Blanc, pero el dios Marte no perdonó, y los metros de nieve caían sin compasión, la bajada fue para él terrible hasta el refugio de la Tete Rouge, unos alemanes nos ayudaron, a veces llevaba yo la pierna ortopédica, era verdaderamente de risa.
A la entrada del refugio estaba todo lleno de ingleses pragmáticos, flemáticos.....¿qué pensarían ellos de la pierna?.
Años después "recuerdos, recuerdos, recuerdos". El cerebro no para de pensar, es como una noche de insomnio y en medio de la oscuridad una lucecita arriba se mueve y oigo una voz apagada y entrecortada que dice "coming, come, ready, ready", cuando le sobrepaso caen por el couloire nieve de arriba que la tira el viento, encima hay dos seraks de hielo, cada uno como el parque del Retiro, llegamos a las rocas de la pared central y veo una clavija enorme y nos atamos, descansamos; oigo golpes...¿qué pasa? y veo que una luz se aproxima y una voz que dice "¿habla italiano?", es lo único que entiendo "Ah, el español" dice algo de que va a otra vía, habla mucho pero no entiendo nada, después me enteré de que era tartamudo.
Pared de roca, IV grado, V grado, estoy escalando a oscuras, las linternas frontales no servían para nada y las baterías menos pero llevábamos unos tubos que comprábamos en las gasolineras que cuando se partían daban más luz que las linternas. Para ver algo de luz miraba al cielo y veía miles de estrellas entre el cielo negro. Un momento después parece que desde las montañas del Este alumbran, después el alba, y empieza un poco de luz, luzzzzzz.....a la derecha y a la izquierda están los enormes seraks que no quiero ni mirarlos...quiero pasar cuanto antes y subo a mucha velocidad, los dos vamos ensamble, los dos a la vez.
De repente una canal de nieve, aristas, y cuestas, mas arriba la cumbre.
Acabo de hacer "La Poire", la Pera, pero no era la pera, era la repera.
Un estruendo, antes de la cumbre, sube el polvo de la nieve por el aire, me tapo la nariz entre las fumarolas y mas fumarolas, si no me hubiese tapado la nariz estaría muerto, la nieve por el aire se va hacia el Este, bailo solo en la cumbre.
Comenzamos rápido el descenso, le cuento a mi amigo que una amiga me había dicho que estaba enamorada de su amiga y yo la dije "pero eso es como hacer el amor con un espejo" y ella puso una cara como la de un cocodrilo pero no me pudo comer, por suerte no volví a verla nunca más, quizás se la comió su amiga, la mantis religiosa, trato de explicarselo a mi amigo inglés pero no entiende nada. Creo que va cantando o silbando "Dios salve a la reina", el himno de los ingleses. Atrás la sombra del Mont Blanc de Cormayeur.
Le quito un bloque de nieve que lleva en la cabeza, me mira como si me hubiera vuelto loco y le digo: "Yo te bautizo en el nombre de los dioses de Roma, me lo ordena Júpiter a través del rey Luigi Amadeo de Saboya, así que ya eres caballero de la Orden de Saboya, pero piensa que los españoles estuvieron allí antes y ten en cuenta que yo soy y seré siempre el cónsul, el tribuno y el pretor y desciendo de Galba y de Caro Imperator". Eso lo ha entendido todo y se mea de la risa...unos italianos que hay al lado también se ríen; le doy un tirón de la cuerda y le digo: "go, go, going...rápido que la jodemos", no entiende nada.
En el refugio del Dome de D'Gouter me como cinco huevos con patatas, el guarda de este refugio me abraza y los dos cantamos "Era nato y poveretto, sensa casa y sensa tetto, ho vendutto mio calzzoni por un piatto di maccheroni, cinque uovi, una fritata di sessantasei cagnoni, per un piatto di maccheroni", que los dioses les hayan dado salud.
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Perdemos el último teleférico y tengo que bajar andando, por los caminos me gusta pensar, si tuviera fuerzas me subiría otra vez pero ya no puedo ni levantar un papel de fumar. Cuando llego a Chamonix la diosa Fortuna está conmigo, alguien me trae bebida y alguien me quita las botas. "¿Puede haber un agradecimiento mayor que el recuerdo?, ¿os acordáis amigos míos?", y que aquella escalada no sea para mi gloria sino para el amigo que me quito las botas.
"Salud Aeternitas"
Pero la vida, la vida continúa.
© Francisco Caro Serrano, 22 de marzo 2016.
Estoy pasando desde una pequeña cumbre a una arista de nieve muy peligrosa, es un filo blanco con dientes de tiburón, la nieve está sujeta sobre el hielo inestable, por cada lado hay 1000 metros de pendiente, hace formas increíbles pero ya estoy en la cima, la luz del Sol hace colores increíbles, azules, verdes, blancos, que vuelven a convertirse en el primer color; en la cima estoy 7 minutos, volvemos atrás por las mismas huellas, el medio metro de nieve polvo sobre el hielo milenario y ancestral, si se rompe la nieve no hay seguro....partiríamos hacia la eternidad. Miedo, miedo, miedo, un paso, otro paso, hundo el piolet en el hielo, 40 metros, otros 40 metros, llego a la cima mas baja encima de la arista, hacia el Este. Respiro rápido y las pulsaciones a tope bajamos por el culoire Whimper de la Aguille Verte...al año siguiente dos amigos morirían en este mismo sitio, cayeron desde la cumbre.
Llego al Refugio Couvercle, un poco de vino y algo incomible, Joaquin me abraza y Luis, que se quedó en el refugio. Siete minutos, siete minutos en la cima, y tanto esfuerzo, peligro, miedo, hacerlo todo a cambio de nada. Tiempo después leí un libro "Siete Minutos", lo escribió una chica, era la historia del tiempo aproximado de hacer el amor y la historia anterior y posterior: lo bueno, lo malo, la alegría, la infidelidad. Y lo comprendí enseguida, subir a la cima LO BUENO, no sé si llegaré abajo LO MALO, por la infidelidad de la nieve. Al fin, la tranquilidad del refugio. Pero las personas estamos construidas así, hay un cromosoma, un gen, una atracción pero los alpinistas somos "los conquistadores de lo inútil". Nunca encontré nada como la montaña, después pasa el tiempo, adelante ,adelante y cuando estás metido en ese lío, fregado, de una montaña, no hay salida, es como los soldados en batalla, adelante, adelante, deprisa, deprisa. Y qué más da la Eternidad, ¿Sabéis vosotros como afrontar el presente?.
Pasa el tiempo, adelante, adelante, adelante, la adrenalina sube, solo hay salida por arriba, deprisa, deprisa, deprisa, no quiero convertirme en la eternidad ¡y....¿sabríais vosotros cómo salir de ese presente?. En el descenso paso a paso veo el DRU y hacia el Sur ruidos frenéticos de desprendimientos por los Grandes Jorases.
Bajamos a Chamonix andando, teníamos poco dinero, comía fresas por el camino y recordaba en que años atrás también comí de estas en el Pirineo. Recordaba la piedra empotrada del culoire de Gaube, mi amigo Gonzalo lo sabía todo con precisión matemática, pero el escalador era yo. Dejábamos de ser niños y ahí comenzaba el nudo infinito.
.....tiempo después fui con guía francés a la Tour Rode, por el culoire Whimper, este hombre era mayor pero muy fuerte y hablaba poco, de mentalidad recta, no parecía francés, y me enseñó todos los pasos, collados y sitios rápidos y menos peligrosos. Desde aquella cima, la vista impresionante del macizo del Mont Blanc, quería quedarme en Chamonix y quizás ser guía, aprendí francés.
Otra vez una persona sin una pierna, con una ortopédica, le subimos al Refugio del Dome de Gouter, quería subir al Mont Blanc, pero el dios Marte no perdonó, y los metros de nieve caían sin compasión, la bajada fue para él terrible hasta el refugio de la Tete Rouge, unos alemanes nos ayudaron, a veces llevaba yo la pierna ortopédica, era verdaderamente de risa.
A la entrada del refugio estaba todo lleno de ingleses pragmáticos, flemáticos.....¿qué pensarían ellos de la pierna?.
Años después "recuerdos, recuerdos, recuerdos". El cerebro no para de pensar, es como una noche de insomnio y en medio de la oscuridad una lucecita arriba se mueve y oigo una voz apagada y entrecortada que dice "coming, come, ready, ready", cuando le sobrepaso caen por el couloire nieve de arriba que la tira el viento, encima hay dos seraks de hielo, cada uno como el parque del Retiro, llegamos a las rocas de la pared central y veo una clavija enorme y nos atamos, descansamos; oigo golpes...¿qué pasa? y veo que una luz se aproxima y una voz que dice "¿habla italiano?", es lo único que entiendo "Ah, el español" dice algo de que va a otra vía, habla mucho pero no entiendo nada, después me enteré de que era tartamudo.
Pared de roca, IV grado, V grado, estoy escalando a oscuras, las linternas frontales no servían para nada y las baterías menos pero llevábamos unos tubos que comprábamos en las gasolineras que cuando se partían daban más luz que las linternas. Para ver algo de luz miraba al cielo y veía miles de estrellas entre el cielo negro. Un momento después parece que desde las montañas del Este alumbran, después el alba, y empieza un poco de luz, luzzzzzz.....a la derecha y a la izquierda están los enormes seraks que no quiero ni mirarlos...quiero pasar cuanto antes y subo a mucha velocidad, los dos vamos ensamble, los dos a la vez.
De repente una canal de nieve, aristas, y cuestas, mas arriba la cumbre.
Acabo de hacer "La Poire", la Pera, pero no era la pera, era la repera.
Un estruendo, antes de la cumbre, sube el polvo de la nieve por el aire, me tapo la nariz entre las fumarolas y mas fumarolas, si no me hubiese tapado la nariz estaría muerto, la nieve por el aire se va hacia el Este, bailo solo en la cumbre.
Comenzamos rápido el descenso, le cuento a mi amigo que una amiga me había dicho que estaba enamorada de su amiga y yo la dije "pero eso es como hacer el amor con un espejo" y ella puso una cara como la de un cocodrilo pero no me pudo comer, por suerte no volví a verla nunca más, quizás se la comió su amiga, la mantis religiosa, trato de explicarselo a mi amigo inglés pero no entiende nada. Creo que va cantando o silbando "Dios salve a la reina", el himno de los ingleses. Atrás la sombra del Mont Blanc de Cormayeur.
Le quito un bloque de nieve que lleva en la cabeza, me mira como si me hubiera vuelto loco y le digo: "Yo te bautizo en el nombre de los dioses de Roma, me lo ordena Júpiter a través del rey Luigi Amadeo de Saboya, así que ya eres caballero de la Orden de Saboya, pero piensa que los españoles estuvieron allí antes y ten en cuenta que yo soy y seré siempre el cónsul, el tribuno y el pretor y desciendo de Galba y de Caro Imperator". Eso lo ha entendido todo y se mea de la risa...unos italianos que hay al lado también se ríen; le doy un tirón de la cuerda y le digo: "go, go, going...rápido que la jodemos", no entiende nada.
En el refugio del Dome de D'Gouter me como cinco huevos con patatas, el guarda de este refugio me abraza y los dos cantamos "Era nato y poveretto, sensa casa y sensa tetto, ho vendutto mio calzzoni por un piatto di maccheroni, cinque uovi, una fritata di sessantasei cagnoni, per un piatto di maccheroni", que los dioses les hayan dado salud.
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Perdemos el último teleférico y tengo que bajar andando, por los caminos me gusta pensar, si tuviera fuerzas me subiría otra vez pero ya no puedo ni levantar un papel de fumar. Cuando llego a Chamonix la diosa Fortuna está conmigo, alguien me trae bebida y alguien me quita las botas. "¿Puede haber un agradecimiento mayor que el recuerdo?, ¿os acordáis amigos míos?", y que aquella escalada no sea para mi gloria sino para el amigo que me quito las botas.
"Salud Aeternitas"
Pero la vida, la vida continúa.
© Francisco Caro Serrano, 22 de marzo 2016.
"...quería quedarme en Chamonix y quizás ser guía,aprendí francés."...pero tenías que ir al Servicio Militar, y si te quedabas en Chamonix.....prófugo, diez años sin volver a España, sin ver a la familia.
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